Cómo han pasado los años
. Pero el tiempo no ha podido
Hacer que pase lo nuestro.
Canción popular
Han pasado ocho años desde aquel 19 de septiembre de 2017, cuando el sismo cimbró las estructuras de concreto; los edificios se tambalearon, en algunos de ellos se desprendieron pedazos de muros, hubo bardas que se desplomaron. El Palacio Legislativo ubicado en la calle Matamoros número 10, en pleno centro de la ciudad, sufrió daños al interior de sus instalaciones al extremo que los trabajadores tuvieron que emigrar a oficinas improvisadas para seguir atendiendo los asuntos propios de la representación.
Se especuló a cerca del destino del inmueble, se dijo que podría ser donado a la Universidad Nacional Autónoma de México. (UNAM). Para que la dicha institución se encargará de rehabilitarlo. Según -los rumores -era porque la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) no tenía buenas relaciones de comunicación ni de coordinación con el gobierno del Estado. La pugna entre Alejandro Vera y Graco Luis Ramírez había alcanzado su máximo pináculo. Motivo por el cual se pensó que podría donarse a la UNAM.
Sin embargo, en los anales de la prensa escrita, aparece un artículo de Katy Cárdenas / El Sol de Cuernavaca, 22 de enero 2022, en el que publica datos interesantes como son:
“En enero de 2019, la entonces secretaria de Administración del Poder Ejecutivo, Mirna Zavala Zúñiga, declaró que en el mismo 2018 la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) hizo dos peticiones formales para que el predio fuera donado para un proyecto cultural, o en su caso instalar ahí la oficina de archivos de la máxima casa de estudios, pero esto no ocurrió”.
La petición de la Universidad no tuvo eco, ni siquiera fue considerada su solicitud.
En ese momento también “la exsecretaria de Turismo, Margarita González Sarabia Calderón, hoy directora de la Lotería Nacional, habló incluso de la posibilidad de solicitar su donación para un proyecto de carácter turístico, pero tampoco se concretó”.
Siendo Sandra Anaya Villegas, secretaria de Administración del Gobierno de Cuauhtémoc Blanco Bravo, declaró:
“no saber sobre las solicitudes que la UAEM y la Secretaría de Turismo hicieron para recibir el edificio”. Agregó que “es usado como estacionamiento debido a que existe un dictamen de Protección Civil del estado en donde señala que el edificio está dañado, salvo el área de estacionamiento como zona segura “no lo podemos usar para otra cosa porque si no se revierte la donación”
Los años siguen transcurriendo y el inmueble sigue incólumes con sus heridas, grietas y evidencias de una catástrofe que dejó huellas. Es un monumento histórico, significó en su tiempo una época importante en la vida del pueblo de Morelos, fue considerada la “Casa del Pueblo”.
Poca atención le han prestado la nueva administración estatal, aun cuando se habló de que vendría un cambio y por si fuera poco se pregona, que es un gobierno que difunde y resalta los valores patrióticos y que trata de resarcir la identidad morelense.
Se requiere remodelar dicho inmueble, bien podría crearse un fideicomiso para rescatar el edificio; tratar de instalar un consejo de ciudadanos relacionados con el ramo; desde arquitectos, ingenieros, historiadores, empresarios, activistas culturales para diseñar e impulsar un proyecto.
En países europeos es muy usual que los gobiernos se ocupen de edificios, o inmuebles, incluso iglesias que convierten en bibliotecas, auditorios, espacios culturales. Aquí en Morelos se puede hacer lo mismo, se requiere convocatoria y voluntad política para hacer grandes cosas. Hay capacidad y talento por parte de los ciudadanos se necesita un gobierno que enarbole grandes proyectos.
Con el apoyo del gobierno federal podría convertirse en un centro de investigación, cultural, artístico, de espectáculo para el pueblo de Morelos. Lo que si es evidente es que en la actualidad no existe un proyecto cultural en la entidad; sólo existen eventos y acciones de momento, por no decir de ocurrencia. No es buena idea de que el inmueble pase a manos de la Universidad de Morelos, en tanto, que no ha sido capaz de impulsar un proyecto cultural, artístico y educativo en las instalaciones de la biblioteca central, ubicada en la calle de rayón, sería muy arriesgado que la dirección de cultura de la UAEM se encargue del inmueble. Tampoco se espera que con el paso de los años ese inmueble se convierta en una tienda de conveniencia; en un OXXO o Seven, o Starbucks. Es patrimonio del pueblo de Morelos. Se requiere un proyecto arquitectónico que rescate al inmueble, y que logre las autoridades encargadas de cultura, educación darle un impulso de proyección al nivel estatal incluso a nivel nacional.
